El vestuario laboral es imprescindible en muchos oficios y adquiere una mayor importancia en aquellas profesiones cuyo ejercicio de la actividad implique cierto riesgo. En estos casos, utilizar un vestuario laboral adecuado es primordial, ya que está en juego nuestra seguridad, tal y como recoge la Ordenanza de Seguridad e Higiene en el Trabajo.
En general, la normativa sobre vestuario laboral especifica los requisitos generales de ergonomía, inocuidad, designación de tallas, envejecimiento y marcado de la ropa de protección, además de la información básica que todo fabricante debe suministrar con la prenda. Este vestuario laboral tiene que cumplir con los requisitos básicos de salud y ergonomía del trabajador, debe estar fabricada con materiales químicamente apropiados, y tiene que facilitar su correcta colocación y mantenimiento en el ejercicio de la actividad profesional.
Vestuario laboral de protección contra la lluvia:
estas prendas tienen que superar pruebas de resistencia al agua y al vapor de agua. La clase de permeabilidad al agua y la de resistencia evaporativa varía del 1 al 3. Cuando más elevado sea el índice, más importante es la impermeabilidad y la respirabilidad.

Ropa de protección contra el frío:
debe cumplir una serie de requisitos que determinan su capacidad para impedir la pérdida de calor corporal. La propiedad que mide esta capacidad es la resistencia térmica. Cuanto mayor sea el valor de esta magnitud en el vestuario laboral, mayor será el aislamiento térmico del material.
Uniforme de protección contra
productos químicos líquidos:
en las áreas de bajo riesgo ofrece protección contra los aerosoles líquidos, las salpicaduras y el rociado de sustancias químicas, aunque este vestuario laboral no es suficiente contra una barrera de permeación de líquidos a nivel molecular. Los trajes de protección química Tipo 6 tienen que cubrir, al menos, el tronco y las extremidades, por lo que se suelen componer de chaqueta y pantalón de peto, con o sin capucha, y con o sin calzas.
Vestuario laboral de protección contra descargas electroestáticas:
la ropa de protección antideflagrante contra el calor y las llamas está elaborada con materiales que han superado las pruebas de fuego, inflamabilidad, propagación de la llama y durabilidad. Hay prendas de resistividad baja, media y alta.
Ropa de protección contra riesgos de atrapamiento:
este vestuario laboral minimiza el riesgo de ser atrapado o arrastrado por las partes móviles de las máquinas. Se utiliza, por ejemplo, por quienes trabajan con sierras de cadena. En estos casos, la ropa debe ajustarse perfectamente al cuerpo y su superficie tiene que ser lisa.