Frente a los detractores del uniforme escolar, un gran número de personas defiende el hecho de que los niños lleven prendas idénticas, ante los múltiples beneficios que esta opción presenta, entre ellos los siguientes:
Ahorra tiempo. Por las mañanas, llevar un polo bordado como uniforme evita estar pensando qué prendas ponerse. Un tiempo que puede ser dedicado a otras tareas, como el desayuno, lo que reduce el estrés para el niño.
Evita faltas de disciplina en las escuelas. Con el uso de uniformes se evita que los alumnos lleven prendas poco adecuadas, como camisetas con frases ofensivas.
Mejora el rendimiento escolar. El uniforme ayuda a mejorar las calificaciones de los alumnos, ya que incrementa su concentración al crearse un ambiente más formal y académico.
Aumenta la creatividad. Pese a las críticas que señalan que el uniforme suprime la capacidad de un niño para mostrar su individualidad, algunos estudios señalan que llevar las mismas prendas que el resto de compañeros invita a los estudiantes a reflexionar acerca de la manera de expresarse mediante otras fórmulas que no sean la apariencia.
Evita las comparaciones. Los uniformes escolares ayudan a reducir las comparaciones negativas entre los alumnos de diferentes niveles económicos, lo que contribuye a aumentar la autoestima de los estudiantes y les proporciona un sentimiento de comunidad.
Publicidad para las escuelas. El uniforme es, en último término, una forma de publicitar a un determinado colegio.
Aumenta la seguridad de los alumnos. El hecho de que todos los alumnos vayan vestidos iguales contribuye a que, en las excursiones y los viajes escolares, los estudiantes puedan ser reconocidos e identificados más fácilmente.
Inculca una actitud. El uniforme adelanta los valores y la cultura de una vida laboral en la que gran parte de los alumnos tendrán que llevar uniforme en sus profesiones.
Ahorra dinero. El uniforme ahorra a los padres una gran cantidad de dinero, especialmente en aquellos colegios en los que no existe un proveedor único. En algunas escuelas se ponen en marcha campañas de donaciones, en las que los alumnos ceden las prendas que ya no les valen a otros niños que puedan necesitarlas. Asimismo, el uniforme puede pasar de los hermanos mayores a los más pequeños.
Precios más ajustados. Algunas escuelas dan la opción a los padres de elegir dónde comprar los uniformes escolares, lo que les permite elegir opciones con precios más ajustados. Las empresas que bordan emblemas o escudos escolares ofrecen un ahorro importante de tiempo y dinero a las familias, si bien hay que asegurarse de estar adquiriendo prendas de calidad y con una alta durabilidad.
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