El uniforme del colegio conlleva multitud de ventajas, tanto para los padres como para los niños. Supone un ahorro temporal y económico muy importante. Ahorro de tiempo porque no hay que preocuparse cada mañana de la ropa que se vaya a poner el niño, sino que es la misma todos los días; y ahorro económico porque, aunque inicialmente sean caros, los uniformes escolares están fabricados con materiales que duran más porque están preparados para ser lavados repetidamente. Además pueden ser heredados entre los hermanos y no hay que cambiar el conjunto al completo todos los años.
El desayuno es la comida más importante del día y con el tiempo que ahorrarán los niños vistiéndose, seguro que les dará tiempo a desayunar con tranquilidad y no llegarán tarde al colegio. Los niños se cambiarán solos y aprenderán a vestirse con rapidez. En el colegio, el hecho de llevar uniforme significa que los alumnos irán a estudiar, no a presumir de forma de vestir o a ver quién lleva ropa de moda o de marca. Es decir, fomentará la igualdad entre los niños, evitará que algunos se sientan inferiores o menos valorados que otros e incluso reducirá las burlas y conflictos entre los alumnos.
El uniforme unifica y da una cierta identidad a los niños. Les hace sentir parte de un grupo y más fáciles de identificar por los maestros cuando hacen alguna salida (excursiones, ida al teatro…) del colegio. El hecho de utilizar distinto tipo de calzado para el uniforme normal y para el de deporte favorecerá a los pies y la postura de los niños.
El uniforme escolar: vestimenta con historia
El origen de estas prendas tan particulares se remonta a los centros educativos encabezados por órdenes religiosas católicas específicas. Los dirigentes de estas órdenes tomaron la decisión de crear una única indumentaria para todos los alumnos, para así fomentar la humildad en ellos, y anular el posible sentimiento de envidia o celos. De esta forma se evitaban las distinciones entre los niños, ya sea por la variedad, color o calidad de sus uniformes, que podían reflejar la economía de sus familias.
Las características generales de los uniformes fueron diseñadas por estas órdenes religiosas, y se basaban en ciertos patrones, como por ejemplo, las faldas tenían que ir por debajo de las rodillas o, al menos, a la misma altura. Los pantalones en los niños variaban según la edad, cortos o largos, acompañados de polos bordados personalizados con el logo del colegio, lisos blancos y prendas de punto que simulaban la función de un jersey de pico. Las chicas, sin embargo, debían llevar una chaqueta abotonada. La variedad de los niños por aquel entonces residía en sus zapatos y en el abrigo que cubría su cuerpo ante el frío. Por lo demás, todos compartían similitudes textiles.
¿Cómo puedo personalizar el uniforme escolar de mi colegio?
Cada colegio posee su propio uniforme, y muchos de ellos también comercializan prendas con el escudo bordado, como los polos, por ejemplo. Los polos transpirables y resistentes son los mejores para la etapa escolar puesto que los niños no paran quietos, además de que se manchan con mayor facilidad. Si los niños tienen gimnasia se cambian de ropa en el colegio, por lo que no es mala idea personalizar las prendas con su nombre para que no las pierdan. Para realizar ejercicio físico llevarán chándal con chaqueta, pantalón y camiseta técnica que conservará mejor el calor corporal y les aportará una mayor respiración.
También puedes personalizar su abrigo o chubasquero, así como regalarle una equipación personalizada de deporte si realiza actividades extraescolares. En ropa serigrafiada podemos personalizar estas prendas para que tu hijo disfrute de la vuelta al cole con tranquilidad y comodidad. Los colegios públicos admiten prendas diferentes, no siguen un determinado patrón. Sin embargo, es conveniente y aconsejable fijar unas prendas concretas para uso escolar o universitario: polos, camisetas, sudaderas o chaquetas que puedes personalizar con el diseño que prefieras. Si fijas unas prendas determinadas para este fin, cuando salgas a otras cosas te sentirás diferente y tu ropa favorita no se estropeará. Otra potencial idea, es la de contar con material escolar personalizado. Ya sea con el mismo diseño que le uniforme, u otro que sea del agrado de tu hijo, esto le ayudará mejor a identificar su material, así como a darle la importancia y cuidado que debe tener.
Algunos profesores dicen que los niños que usan uniforme toman más en serio al colegio, les ayuda a mantener la disciplina y a respetar las reglas escolares, aunque hay padres que dicen que los uniformes suprimen la individualidad de los niños, que frenan su creatividad y libertad. Por otro lado, hay padres que sostienen que un programa académico que anime a los alumnos a seguir el pensamiento individual es más importante que la ropa que lleven puesta.