Tampografía
Otra de las técnicas de estampación que trabajamos desde Garrampa es la tampografía. Esta metodología consiste en el uso de un tampón de silicona para aplicar la tinta sobre el artículo a personalizar. El tampón está formado por una placa metálica y una emulsión sensible a la luz, donde se graba la imagen. Sigue leyendo sobre esta técnica de estampación para tu diseño personalizado. Como bien se apuntaba, el proceso de la tampografía se realiza mediante un tampón de silicona que recoge la imagen (en tinta) desde un plano liso y lo transfiere a una gran variedad de superficies (no solo planas): cilíndricas, esféricas, ángulos compuestos, texturas, superficies cóncavas o convexas… De hecho, este es uno de los beneficios principales de la tampografía. De esta forma, la imagen se graba en una placa de impresión plana, donde la tinta inunda dicha placa. Tras un manipulado de la superficie, se deja la tinta solamente en el área grabada de la imagen. Acto seguido, el tampón de silicona presiona hacia abajo sobre la placa grabada y recoge la tinta. Una vez el tampón de silicona se presiona sobre el producto a estampar, libera la tinta como una película limpia. La gama de tintas y disolventes usados hace posible que las tintas se adhieran a la superficie de una manera impecable. Además, después de soltar la tinta del tampón, este queda otra vez limpio para repetir el proceso.
Ventajas de la tampografía
Practicidad: La tampografía a máquina permite imprimir grandes tiradas de un mismo artículo personalizado y a un tiempo muy rápido, además. Detallismo: Con esta técnica de estampación se pueden imprimir diseños con todo tipo detalle así como letras muy pequeñas. De ahí que sea ideal para objetos pequeños. Diferentes superficies: Además de planas, la técnica de la tampografía ofrece la posibilidad de estampar sobre superficies curvadas.
Inconvenientes de la tampografía
No permite pequeñas cantidades: No es adecuado para tiradas cortas. Área de impresión limitada: El espacio se encuentra limitado al tamaño del tampón. Y no suelen ser muy grandes.