La buena presencia en el entorno laboral es fundamental para los empleados. La ropa de trabajo personalizada es un elemento indispensable para muchas empresas a la hora de realizar sus funciones. Los uniformes laborales garantizan la seguridad y la higiene de los trabajadores y deben ser duraderos y resistentes. Para que la ropa de trabajo nos dure lo máximo posible ha de ser cuidada correctamente.
Para asegurar el buen estado de nuestras prendas con el paso del tiempo es importante tener en cuenta una serie de consejos de lavado, secado y planchado de las mismas. Unos uniformes en buenas condiciones transmiten una imagen de profesionalidad y orden en el trabajo.
Todo empieza por un buen lavado
Debemos seguir al dedillo las recomendaciones que nos hace el propio fabricante de la prenda. Si eres de los que quita las etiquetas, consérvalas en un lugar que recuerdes con facilidad para acceder a ellas cuando sea necesario. También es conveniente clasificar la ropa según varios criterios: en función del grado de suciedad, del tipo de tejido y del color. Así ajustaremos mejor el programa de lavado.
En cuanto al detergente y materiales utilizados para el lavado de la ropa laboral aconsejamos que dosifiquéis bien las cantidades, puesto que añadir más cantidad de la necesaria daña los tejidos de las prendas y el medio ambiente. También podéis utilizar jabones neutros, así no blanquearéis en exceso vuestra ropa.
Otro truco para que los lavados no desgasten tu ropa de trabajo es meter las prendas del revés y no lavar a temperaturas altas. Tampoco debes llenar en exceso tu lavadora porque la ropa no se limpiará bien. Si normalmente lavas con agua fría la cal apenas se incrusta en la lavadora. Si no es así, quizás es mejor para tu ropa que instales un descalcificador en lugar de usar productos químicos antical.
¿Cómo seco mi ropa de trabajo para que no se estropee?
En relación al secado, es importante no secar las prendas expuestas al sol directamente. Esta situación daña los colores de la ropa, especialmente si es personalizada, por lo que la mejor opción es tenderla del revés, con una exposición uniforme a la luz. Tampoco es aconsejable secar la ropa en radiadores. Los tejidos polares, por ejemplo, es muy útil secarlos de manera horizontal. Las secadoras no son aconsejables y tampoco debe excederse el tiempo de secado de la ropa laboral; se apelmaza y pierde color. Estas particularidades se acentúan si hablamos de ropa laboral de alta visibilidad, que debe ser lavada y secada con especial cuidado, para que esta no pierda su brillo.
Es aconsejable tender las prendas nada más salir de la lavadora puesto que será más fácil plancharlas. Igualmente, en torno a las pautas de planchado, es muy importante prestar atención a las normas de planchado de las prendas delicadas, como las fabricadas a base de tejidos elásticos y prendas viscosas.
Puedes humedecer las prendas al plancharlas y reparar las roturas o daños que sufra la ropa lo antes posible. Cada empleado tiene que vigilar que su ropa laboral siempre esté en buen estado y cuidarla lo máximo posible. Un uniforme bien cuidado transmite confianza en los clientes.