Durante este año 2020, hemos sufrido gran cantidad de cambios y todo ello debido a la pandemia de COVID-19, que a día de hoy continuamos sufriendo.
Son muchas las personas que han pasado de trabajar en una oficina a tener que buscar un hueco en alguna habitación de casa donde instalar su ordenador. Además, otras tantas por desgracia, han dejado atrás su vestuario de trabajo para quedarse en casa, debido a la imposibilidad de ir a trabajar.
Cambios en el vestuario de trabajo debido al teletrabajo
Pasar tanto tiempo en casa ha provocado, por descontado, un cambio en todos nuestros hábitos y nuestro vestuario laboral ha sido uno de los afectados. Aquellos que han podido teletrabajar han pasado de llevar un estilo de ropa más formal para ir a la oficina, a ir todo el día en sudadera.
Vestirse como si fueras a salir a la calle, pero solo de cintura para arriba, ha sido la gran tendencia. Contestar las videollamadas con una camisa de trabajo y pantalón de chándal se ha vuelto lo más habitual.
Cambios en el vestuario de trabajo en primera línea de la pandemia
Además, también ha habido personas que han estado en primera línea durante esta pandemia, que no han abandonado su puesto de trabajo. Nos referimos a sanitarios, farmacéuticos, personal de supermercado o personal de limpieza.
Ellos han vivido un gran cambio en su vestuario debido a una mayor búsqueda de seguridad para sí mismos y para las personas con las que se deben relacionar en el día a día. Ahora es más necesario que nunca protegerse, por lo que el vestuario laboral habitual se debe complementar con mascarillas, pantallas, guantes e incluso gafas de protección ocular.
El vestuario de trabajo en la nueva normalidad
Después del confinamiento, han sido muchas las personas que han regresado a su puesto de trabajo. No solo nos referimos al personal de oficina, sino a todos los sectores que han retomado su actividad, como puede ser la construcción y la hostelería.
Todos y cada uno de los trabajadores de los sectores a los que hacemos referencia, antes de la pandemia utilizaban un uniforme de trabajo específico. Ahora en la nueva normalidad, también deben hacerlo, cumpliendo algunos requisitos.
- El vestuario laboral debe ser de calidad: esto siempre ha sido un punto importante a la hora de elegir el uniforme de trabajo, la calidad es la clave para que cada una de las prendas de trabajo duren y sean seguras.
- Resistentes a lavados a altas temperaturas: en esta nueva época que nos ha tocado vivir, el vestuario laboral debe resistir los lavados a 60 °C o 70 °C. Así podrán ser desinfectados, sin preocuparse del deterioro del tejido.
- Deben ir complementados con prendas de protección: cualquier trabajador debe complementar su ropa de trabajo con prendas de protección como son las mascarillas, los guantes, las gafas protectoras, etc.
En Garrampa somos especialistas en vestuario de trabajo. Disponemos de un amplio catálogo de ropa laboral, donde encontrarás todo lo necesario para trabajar en la nueva normalidad. Igualmente, somos expertos en el marcaje de las prendas, por lo que podrás personalizar los uniformes con tu marca sin problema.