Comer bien es un placer y cada vez hay más personas interesadas en la gastronomía. El alma de cualquier restaurante es la cocina y quien trabaja entre fogones se toma muy en serio tanto el uniforme como el gorro de cocinero, ya que son elementos indispensables para mantener la higiene y la salud de los comensales.
El gorro de cocinero se ha convertido en toda una seña de identidad para quien trabaja en la cocina, a la vez que es una medida higiénica, pues evita que caiga en la comida cabellos o sudor. Cocineros como el famoso Jamie Oliver se consideran unos defensores de este complemento, presente hoy en los más afamados restaurantes de todo el mundo.
Por otra parte, la moda también ha llegado a las cocinas de los restaurantes, ofreciendo a los profesionales numerosas opciones para que puedan elegir su gorro de cocinero, que incluso se puede combinar con el delantal o personalizar con los colores corporativos del restaurante. A la hora de elegir un modelo, hay que tener en cuenta no solo criterios estéticos, sino también prácticos.
Gorros de cocinero desechables:
fabricados en papel, ofrecen una excelente transpiración, por lo que resultan prácticos en cocinas muy caldeadas.Cofia con visera: cada vez más utilizado por las mujeres, ya que pueden recoger todo su pelo en la parte posterior. Cuentan con la ventaja de que se ajusta perfectamente a la cabeza, por lo que resulta muy cómodo.
Gorro de cocinero clásico:
de forma tubular, blanco y plisado. Si nos piden que dibujemos un gran chef lo haríamos, probablemente, con este gorro.
Bandana o pañuelo anudado:
perfecto para camareros con pelo muy corto. Es el que mejor protege de la caída del sudor, ya que se ajusta a la frente y, al ser fabricado en tela, es muy absorbente.
Gorro de cocinero francés tipo champiñón:
se mantiene firme sobre la cabeza, de manera que permite llevar el pelo recogido. Los hay en diferentes colores.