La pandemia de SARS-CoV-2, causante del COVID-19, ha obligado a modificar las medidas de seguridad alimentaria y seguridad para los trabajadores de hostelería. También se han introducido cambios para proteger a la clientela.
Los uniformes de trabajo son diferentes en muchas profesiones, siendo los uniformes de hostelería unos de los más afectados por la nueva normativa. Por encima de la imagen de marca o de la presencia, ahora se impone la seguridad para clientes y trabajadores.
Nuevos uniformes de trabajo, más completos
En general, los antiguos uniformes de trabajo para hostelería se pueden aprovechar siempre y cuando se complementen: mascarillas homologadas, que pueden encargarse en el color corporativo de la empresa, guantes (ya no basta con una buena higiene de manos para ciertos procedimientos en la cocina) y, si el responsable de la empresa lo estima oportuno, caretas de seguridad para el personal y mamparas protectoras en barra y mesas. Todo ello, acompañado de la obligatoriedad de usar gel hidroalcohólico sanitario, no cosmético, y de respetar el turno para proceder a la desinfección entre clientes cuando se va a ocupar una mesa o a usar el servicio.
Estos uniformes deben estar confeccionados en telas que resistan el lavado a elevadas temperaturas, por encima de 60 ºC o 70 °C, como indican los protocolos abiertos comunicados por el Ministerio de Sanidad. Platos vasos y cubiertos deben ir a un lavavajillas que asegure una temperatura mínima de 80 °C y todas las limpiezas se deben complementar con biocidas autorizados por el mismo Ministerio de Sanidad, conforme al protocolo vigente en cada momento.
Ropa de camarero
Los camareros deben atender en todo momento llevando, al menos una mascarilla homologada y desinfectando sus manos tras recoger un vaso o un plato de un cliente que ya haya terminado. En algunos restaurantes hay una persona encargada de pasar las consumiciones a los camareros desde cocina y otra de recoger las vajillas para introducirlas en el lavavajillas, minimizando el riesgo de contaminación al entrar y salir de la zona en la que se manipulan los alimentos a servir.
Ropa de trabajo para el personal de cocina
El personal de cocina debe usar guantes en todo momento y, de nuevo, mascarillas homologadas, además de añadir pasos en el protocolo referente a la manipulación de alimentos.
Como sucede con el caso de los camareros, el resto del uniforme se puede seguir usando sin variaciones a condición de que resista los lavados a altas temperaturas exigidos durante la pandemia.
Recordamos que estos protocolos de seguridad, limpieza y desinfección para hostelería son abiertos, es decir, susceptibles de ser modificados en cualquier momento si hay una razón de peso para hacerlo. No olvides consultar la legislación cada cierto tiempo.
Distancia mínima, mascarillas y desinfección
En cuanto a los clientes, la distancia mínima entre sillas o comensales y no entre mesas, el uso de mascarillas siempre que no se esté consumiendo algo justo en ese momento (se debe retirar para comer o beber y volver a colocarla) y la obligación de usar gel desinfectante de manos al menos antes de entrar a los baños complementan las medidas que permiten disfrutar de una comida con amigos o de una tarde en una terraza sin que suponga un riesgo para nuestra salud y la de los demás.
Las nuevas medidas de seguridad para evitar contagios por COVID en locales de hostelería, abiertos o cerrados, van más allá de la desinfección y la distancia social, alcanzando también a los uniformes de trabajo. Si los uniformes de una empresa son de buena calidad y resisten el lavado exigido en estos momentos, se pueden seguir utilizando y basta con complementarlos pero, en caso contrario, es necesario renovarlos por completo.