Hoy en día no basta con llevar una chaqueta y una corbata impecables. Tener las camisas personalizadas en perfecto estado también es imprescindible, pues gran parte de los hombres que las usan la mostrarán en algún momento del día, cuando se quiten la chaqueta.
Si quieres conservar tus camisas más estilosas y elegantes en perfecto estado, debes tener en cuenta que un buen cuidado hará que luzcan como el primer día, especialmente si se trata de camisas personalizadas. El bordado de camisas es un toque de distinción que merece una conservación adecuada, tal y como se menciona en la web TenerClase.com
Cuidado con el lavado:
A la hora de lavar una camisa blanca, lo mejor es poner un poco de detergente adicional en axilas, cuello y dobles puños, que son las partes de la camisa más expuestas al roce. Si una camisa tiene manchas de sudor que son imposibles de quitar con los lavados, o bien ha mezclado los colores de sus rayas, lo mejor es deshacerse de ella.Si con el lavado su camisa ha encogido, no se la ponga más. Nada resulta más antiestético una camisa que no es de la talla adecuada, con mangas demasiado cortas o inconvenientemente ceñidas. Para evitar estas situaciones, lávela a mano o con el programa delicado recomendado por el fabricante de su lavadora.
Observe los lugares de más roce:
los cuellos y puños son lo primero que comienza a deshilacharse por el desgaste. Si esto ocurre, tal vez pueda cambiarlos sin necesidad de comprar una camisa nueva. Si esta opción resulta inviable, tal vez pueda dejar esta camisa para combinarla con unos vaqueros en un estilo más casual, de fin de semana.
Plánchalas correctamente:
las arrugas siempre causan una mala impresión. Para evitarlas, lo primero que hay que hacer es utilizar una plancha fiable y de confianza. Hay que comenzar a planchar la camisa del revés, para luego pasar a la parte exterior, y utilizar la plancha de menor a mayor calor. El orden a seguir es el siguiente: cuellos, puños, frente de la camisa, espalda y, por último, mangas. No olvides colgarla en un lugar óptimo hasta que te la vayas a poner.
Al doblarlas, prestar atención al cuello:
hay cuellos duros que son perfectos para llevar una camisa sin corbata. Doblarlos implicaría que el cuello cogería formas extrañas que no sentarían bien. Un cuello que se viene abajo cuando se va sin corbata resulta muy antiestético. Asimismo, no olvides escoger el cuello de tu camisa más o menos ancho en función de tu cuello, para que te quede perfecto.